Por Agustín Ochoa.
Ubicado a pocos metros de la Estación de Adrogué, el histórico edificio comenzó a ser restaurado tanto en su exterior como dentro de sus instalaciones.
Es la Iglesia Cristo para Todos con recursos propios la que lleva adelante la puesta en valor del edificio. La obra comenzó aproximadamente en septiembre del 2022. El principal objetivo es recuperarlo como un espacio de vida para la comunidad tanto religiosa como la de la ciudad y para la realización de actividades de la iglesia e instituciones educativas.
En conversación exclusiva con LA TERCERA, el Pastor Bernardo Afranchino detalló las obras que se están realizando en este sitio tan emblemático de la ciudad de Adrogué. "Lo primero fue restaurar el frente, el hall central, los pisos. Luego se parquizó la parte del fondo donde se hizo una plataforma para tener eventualmente un evento cultural y haremos una parquización porque lo imaginamos como un espacio muy verde. En el primer piso se recuperó el hall como un salón y donde estaba el pullman en este momento lo único que se hizo fue la impermeabilización".
Además, se prevé la construcción de una grada para cuatrocientas personas en la sala principal y hacer al aire libre un deck en dos niveles para poner mesas en el sector pullman. "El uso de este espacio será destinado a las actividades de algunas áreas de la iglesia y de instituciones educativas del distrito", adelantó Bernardo Afranchino, quien admitió que "todavía falta porque todavía no encararon la climatización que es muy costosa".
El Cine-Teatro Argentino fue inaugurado aparentemente a principios de la década ?20 del siglo pasado. Carlos Gardel, Jorge Luis Borges, fueron algunos de los personajes más emblemáticos que asistieron/realizaron alguna presentación en este espacio. Se proyectaban películas nacionales e internacionales de jueves a domingos, incluso a la medianoche se pasaban filmes acondicionados.
"Veníamos a ver películas. Muchas veces era utilizado por las escuelas para hacer fiestas de fin de año debido a que el escenario era más grande que el Cine Gran Adrogué. Funcionaba como cualquier cine como los que hay hoy en día. A partir de las 14 había continuado", amplió el presidente del Instituto de Estudios Históricos de Almirante Brown, Emilio Klubus, en diálogo con LA TERCERA.
En tanto, Bernardo Afranchino contó: "Mi abuelo me contaba que cuando venía acá arriba del cielo raso había un sistema de rieles que se movían con unas manijas y que cuando no estaba ese cielo raso se corría el techo quedando todo al aire libre. El venía a ver tango a cielo abierto. En cambio yo venía a ver películas hace cincuenta años". Y, recordó que "cuando tenía doce años asistió con su mamá a la presentación de un libro sobre la historia de Adrogué escrito por Jorge Luis Borges".
En 1994, el espacio fue comprado por miembros de la Iglesia Cristo para Todos, quienes se encargaron de realizar algunas modificaciones, entre ellas reparación de pisos, cortinados, cambios de la pantalla , se reemplazó el 70 por ciento de las butacas de la sala porque estaban destruidas por sillas y se arregló las ciento y cuarenta butacas del sector pullman, que eran las históricas del teatro y estaban rellenas de paja con resortes.
"Hace veinte años cambiamos las puertas porque las regulaciones de seguridad imponían que tenían que abrir para adentro y afuera, hasta ese momentos habían solamente las que se abrían para adentro. Entonces, cuando empezamos hacer el trabajo para poner estas puertas de blindex, la marquesina de chapa cedió producto de las vibraciones propias de la obra. Entonces, vino personal del Área de Infraestructura del Municipio para supervisar el estado del mismo y determinó que había que sacarlo porque se iba a caer. Cuando lo sacamos, tuvimos un lío con una organización de la ciudad debido a que en su memoria esa marquesina era la original. Nosotros mandamos a diseñar una copia de la original, pero nos costó mucho conseguir fotos de la misma para hacerla igual a la anterior y las terminamos consiguiendo en La Plata", relató Afranchino.
Finalmente, en 2005, se produjo un extraño siniestro que destruyó por completo la sala principal y el sector pullman del cine-teatro, incluso gran parte de la documentación de la iglesia. Quedando solamente en pie la parte exterior, el hall central y el del primer piso, que hoy en día conforman el recuperado valor histórico y patrimonial del Cine-Teatro Argentino.