La mayoría de las personas que contraen dengue no tienen síntomas, pero en los casos más graves puede llegar a ser mortal. ¿Qué tener en cuenta?
El dengue es una infección vírica que se transmite de los mosquitos a las personas. Es más frecuente en las regiones de climas tropicales y subtropicales.
La mayoría de las personas que contraen dengue no tienen síntomas. Cuando estos aparecen, suelen ser fiebre alta, dolor de cabeza y en otras partes del cuerpo, náuseas y erupciones en la piel. En la mayor parte de los casos, la persona se cura en una o dos semanas, pero a veces la enfermedad se agrava y requiere hospitalización.
En los casos más graves, el dengue puede ser mortal.
Hay cuatro serotipos del virus que causa el dengue. "La infección con un serotipo solo resultará en una protección de por vida contra ese serotipo en particular", aclara Chia Po Ying, consultora del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas (NCID), de Singapur.
"La inmunidad cruzada a los otros serotipos después de la recuperación es solo parcial y temporal. Las infecciones posteriores (infección secundaria) por otros serotipos aumentan el riesgo de desarrollar dengue grave", explica la OMS.
Se puede reducir el riesgo protegiéndose de las picaduras de los mosquitos, sobre todo durante el día. El dengue se trata con medicamentos que alivian el dolor, pero por el momento no hay ningún tratamiento específico.
Síntomas del dengue
En la mayor parte de los casos, el dengue causa síntomas leves o incluso ningún síntoma y se cura en una o dos semanas, pero en casos infrecuentes se agrava y puede causar la muerte.
Cuando aparecen síntomas, lo suelen hacer entre 4 y 10 días después de la infección y duran de 2 a 7 días. Pueden ser:
fiebre elevada (40 °C/104 °F)
dolor de cabeza muy intenso
dolor detrás de los ojos
dolores musculares y articulares
náuseas
vómitos
agrandamiento de ganglios linfáticos
sarpullido
Las personas que se infectan por segunda vez corren más riesgo de que la enfermedad se agrave.