Aún se visualizan las marcas de la exigente pretemporada realizada desde principios de enero por los conducidos por Walter Perazzo. Si bien el ritmo del partido pareció ser intenso en los primeros minutos con un ida y vuelta de ambos lados tratando de llegar al arco rival, a medida que el cronómetro avanzaba, esa intensidad fue dejando de ser tal y las acciones se convirtieron en más lentas y sintiendo el excesivo desgaste que los jugadores habían realizado con una cancha muy rápida, producto de un excelente estado del campo de juego que había soportado sin inconvenientes la tormenta desatada desde tempranas horas de la mañana, pero el agua sobre el verde cespedhizo que la redonda se desplazará con mucha velocidad.

Con antelación, se sabía que los once iniciales del "Gasolero" serían los que el DT había dispuesto como los titulares en la mayoría de los amistosos jugados en la pretemporada y con la confirmación que el arco de Temperley sería custodiado por Federico Crivelli, un histórico del club, que cumpliría esa noche cuando pisara la alfombra del Beranger ni más ni menos que 300 partidos oficiales defendiendo la celeste.

Todo estaba dado para que sea una verdadera fiesta en "El Teatro de Turdera" con las "tribunas color cielo" con los miles de hinchas que se acercaron a pesar de las amenazas de lluvia que seguían sobre la noche del viernes.

Pero siempre algo puede fallar y hay que tener en cuenta que el rival también juega y así lo hizo sentir un Estudiantes de Río Cuarto que lejos de venir a defenderse, se puso la "pilcha" de puntero y le jugó de igual a igual al equipo anfitrión.

Las acciones fueron muy parejas en el primer tiempo en donde las mejores situaciones las había tenido la visita, encontrando a un FedeCrivelli muy atento. El equipo de Perazzo sintió mucho la falta de juego en el medio campo, tarea que habitualmente tiene Leandro González, pero que en esta ocasión no estaba aportando su cuota de fútbol y que tampoco ayudaba una baja actuación de Mauro Cerutti. La visita contaba con el juego del "tractor" Alejandro Cabrera, dueño absoluto del medio campo cordobés y que se hiso el distribuidor de todo balón que pasara por allí.

Para el segundo tiempo las cosas no cambiaron mucho, pero se lo vio al "Gasolero" más decidido a buscar la diferencia. El cambio temprano de "TikiTiki" Di Lorenzo por Lucas Baldunciel dejó algo desconcertado al hincha de Temperley ya que el delantero había demostrado gran despliegue y la cancha "rapidita" lo favorecía en su juego. Consultado en la conferencia de prensa, el DT destacó que con el cambio quiso aportar mayor volumen de juego en el medio campo para poder abastecer a Nicolás Messinitti, el goleador del equipo de Turdera.

Luego llegaron los cambios de Emanuel Ellacópulos por Mauro Cerutti (quizás debiera haber sido antes) y el debut oficial de Brayan "Coco" Perea, el delantero colombiano que llegó para reemplazar al uruguayo Guevgeozian, pero que no le pudieron dar esa cuota de peligro que el equipo necesitaba para llegar al gol y llevarse los tres puntos.

El partido terminó con el "León" cordobés metido atrás empujado por más fervor que ideas del equipo de Perazzo.

Cuando el árbitro Andrés Gariano (de floja actuación) dio el pitazo final, el desencanto invadió Turdera y los hinchas se fueron con una sensación de amargura por dejar pasar una nueva oportunidad de llegar a lo más alto de la tabla de posiciones. Quizás los fanáticos gasoleros deberán pensar en positivo y tener en cuenta que se jugó con un equipo bien armado, sólido y que no por nada está en lo más alto de la tabla. Ahora tendrán que pensar en Chicago y demostrar que el equipo está para seguir peleando arriba y lograr el objetivo de ascender.

Textos: 

Carlos Bucci "El Cronista Gasolero" (@ElCronGasolero) de LocosxTemperley

Fotos: Mauro Rey - Prensa Temperley